Mis estimados fieles y perfectos lectores de tanto malviaje
literario; no les ha pasado que simplemente un día deciden dejar de escuchar a
su voz interna que los quiere liberar de todo orden social y ustedes temerosos
la callan y seden ante su mortal insistencia, pues bien algo así me paso y he
dejado de realizar publicaciones, pero de pronto me he dado cuenta de que no
puedo reprimir todo este cumulo de ideas que llegan y llegan y me hacen
estallar en absurdos estados de Facebook que finalmente nadie lee y no se
consideran tan relevantes y donde no alcanzo a cubrir y explicar de manera
adecuada y como me agrada el porqué de mi maldita indignación.
Pues bien que comience la exhibición de la Insania Social…
Hace poco leía un comentario en donde el autor decía algo
así como:
“Me caga la gente que dice ser muy experimentada en el
sexo y a final de cuentas no es lo que
parece y me dan risa sus falsas afirmaciones, quisiera mostrarles lo que es
verdaderamente pervertido”.
El leer este comentario me puso a pensar demasiado en la
relatividad de la sexualidad que así como la verdad y millones de cosas que
creemos ciertas no son más que un montón o conjunto de creencias y suposiciones.
Últimamente así como
se han puesto extremadamente de moda los gatos, se ha puesto de moda que las
personas se creen así mismas un tipo de personalidad o alter ego basado en que
tan promiscua es, en que tan sucia y perversa puede llegar a ser al momento de
un acto tan natural y complejo como el sexo.
Las niñas de 12 años compiten en perreos intensos donde
muestran pasos sumamente pervertidos y en su burbuja eso es una sexualidad al
máximo, otros podríamos pensar, “Pobre niña tonta, primero que lea a Sade y
después que se haga llamar pervertida”, lo cierto es que al mencionar nosotros
estos también estamos dentro de una burbuja en la que pensamos ser más sexosos
solo por haber leído algunos autores y haber visto alguno que otro porno o Hentai
Gore, o escuchar pornogore o deleitarnos viendo algo de Snuff.
El nivel de perversidad que exista en nosotros solo podrá ser
establecido y medido por nosotros mismos ya que uno de los límites de nuestra
sexualidad es ser felices con ella sin
meternos o afectar a terceras personas.
Ahora bien, podremos decir que somos un manojo de maldita y perversión, pero que pasa si lo que nosotros
creemos que es perverso para otra persona no lo es…
Imaginemos las vidas
de las siguientes personas:
-
La señorita X es hija de familia, sus padres son
muy católicos y no le permiten llevar una vida fuera de lo común, se la pasa
hablando mal de las chicas que tienen sexo con cualquier hombre pero
secretamente le gustaría estar en la misma situación que ellas, ser cogida por
todos y se masturba cada noche pensando que el semen caliente de varios hombres
se vierte sobre ella. Por esta razón ella se considera muy muy pervertida.
-
El señor M dice que es todo un pervertido pues
no puede evitar ver mujeres e imaginarlas desnudas, ha mantenido aventuras con más
de 100 mujeres y le gusta cogérselas a todas por el tan mencionado altar de Sodoma,
es por eso que él se considera un pervertido.
-
El señor Z entra a un grupo por internet de
gente que se considera tan pervertida como el, ahí encuentra a la señorita X y
al señor M y comienzan a platicar, el señor Z pensando que los demás son tan
pervertidos como el comienza a contar que le gusta vestirse de mujer y que le
caguen encima al término de cada relación, menciona también que un día llego al
extremo de tener relaciones sexuales con su perro.
¿Cuál de ellos es más pervertido?
Como podemos comprender todo depende del entorno de la
persona todas las personas podemos ser pervertidas dependiendo de nuestro
propio entorno o burbuja, y NADIE puede
cuestionar si somos o no como ellas, el realizar estos actos de juzgar personas
por sus actividades sexuales es lo que ha llevado a la sexualidad actual a ser
una maldita perra prostituida cuya moneda es “Lo que piensen los demás, lo que les
agrade a los demás, lo que complazca a los demás”
Y ser pervertido pasa a ser algo tan relativo, tan propio de
todos y cada uno de nosotros, algo intimo algo especial.
Es sano compartir nuestros gustos y preferencias sexuales
siempre y cuando respetemos a las personas que nos rodean, muchos descerebrados
pensaran que el respetar a los demás entonces ya no es pervertido o sucio, pero,
¿Qué creen?... Que de acuerdo al concepto original es total y completamente
valido ya que en esta maldita Insania social que diablos es normal y que cosa
no lo es si todos absolutamente todos tenemos ideas sobre cómo practicar
nuestra sexualidad e manera muy diferente y en estos tiempos lo normal ha
pasado a otros planos, y por si les da flojera mover los dedos y buscar el
concepto aquí se los dejo traído desde otra de mis prostitutas favoritas,
baratas y eficaces, Wikipedia…
Perversión, del latín
pervertĕre (volcar, invertir o dar vuelta), es un término que históricamente
fue utilizado por la psiquiatría clínica clásica, por la psicopatología y por
los pioneros de la sexología para designar un comportamiento o un conjunto de
prácticas sexuales que no se ajustaban a lo socialmente establecido como
sexualidad normal en la época. Manifestaciones muy diversas de la sexualidad
humana fueron englobadas por la psiquiatría del siglo XIX bajo este concepto:
entre otras, el fetichismo, la homosexualidad, la pedofilia, el exhibicionismo,
el sadomasoquismo, el voyerismo y muchas otras «perversiones», algunas de las
cuales han sido agrupadas por la psiquiatría actual bajo el concepto de parafilia
y otras, como la homosexualidad, han dejado de ser consideradas como trastorno
o patología.
Por lo tanto, yo concluyo con lo siguiente:
Es demasiado absurdo juzgar la sexualidad de los demás nada
más porque en tu burbuja de ideas consideras que no encaja, debemos aceptar
gustos y preferencias de los demás , solo así evitaremos que la sexualidad se
siga prostituyendo y creando monstruos donde no existen.
Permitamos que cada persona viva su sexualidad a su manera, no juzguemos no limitemos y lo más importante: NO ES UNA MALDITA COMPETENCIA.
HE DICHO!!
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