Antoine de Saint Exupéry.... Les suena este nombre de algún lugar , probablemente no, pues bien este es el nombre nadamas y nada menos que del autor de el libro: El principito , este libro que nos ponen a leer en la primaria en cual relata la historia de un principito que visita varios planetas y en cada uno aprende nuevas cosas.
Pero detras de todo esto se encuentra una historia totalmente increible llena de simbolismos jungnianos ya que el autor de este tipo tenia el arquetipo conocido como Puer aeternus , que no es otra cosa más que querer seguir siendo niño.
Antoine tuvo una infancia lelna de una buena familia ,una adecuada posicíon social etc, cuando crecio se convirtio en poeta escritor y aviador, su trabajo como aviador consistia en rescatar soldados perdidos en el desierto, antes de que el enemigo los encontrara, y es justo en el desierto en donde El autor cuenta que conocio al principito, que simbolicamente vendria siendo un encuentro consigo mismo , que por que eligio la imagen de un niños , quiza por aquello del arquetipo o por que según cuenta la historia perdio un hermano cuando era pequeño y no pudo superar su muerte.
Su matrimonio fue una experiencia pesima para el ya que su esposa era muy temperamental y casi no la veia (Este tema lo aborda en el libro cuando habla de su famosa Rosa), él se ponia muy irritable cuando no estaba volando y en misiones peligrosas, le gustaba la aventura: (Normalmente los hombres con este arquetipo o complejo suelen tener este tipo de trabajo que los mantenga literalmente flotando en el cielo , pues se niegan a madurar y poner los pies sobre la tierra enfrentando así su realidad).
En cuanto a los dibujos tales como el elefante dentro d euna Boa se da a entender que el es el elefante y esta atrapado en ese mitico animal peligroso como un heroe, pero no quiere salir de ahí.
Cuando dibuja los arboles hace referencia a el lado de dependencia hacia la figura materna que tiene.
Sin duda muchos se sentiran identificados y es que este complejo del niño eterno lo tienen varios.
Normalmente la primera vez que todos leemos este libro lo vemos como la aventura divertida de un niño malviajado, pero si volvemos a leer nuevamente este libro le veremos otro sentido que antes en nuestra infancia o adolescencia no lo vimos, y es el sentido real de la vida con algunos parecidos a nuestra realidad y a la del autor.
Es por eso que hoy los invito a que vuelvan a leer nuevamente este libro en donde encontraran muchas muchas cosas nuevas y de gran utilidad.
HE DICHO
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ResponderEliminarMi nombre es Cami y soy administradora de un directorio web/blog gratuito, vi tu blog me gustaría agregarlo a el, así lograr que mis visitas conozcan tu blog, espero tu respuesta.
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Cami
Dijo Jung: "Una obra creativa únicamente puede entenderse a partir de sí misma. si es concebida como una equivocación patológica que se pretende explicar como una neurosis, de ese intento de explicación surge un disparate lamentable".
ResponderEliminarY eso es lo que hace Von Franz en su ensayo, un disparate. Su ensayo dice más de ella que de Saint Exupery; ¿habría alcanzado alguna relevancia si no se hubiera enganchado a la rueda del avión del piloto? Perdone, entre Paquirrín y el escritor francés hay un pequeño escollo, El Principito, la obra más traducida después de la Biblia, ahí es nada. Decía Jung que en una obra de arte está el factor subjetivo, y el objetivo, esto es, lo que no es suyo ni es mío, y que un creador no era dueño de su obra. ¿Y qué factor objetivo hay en la obra del Principito? El puer aeternus, pero no el imbécil emocional que describe Von Franz, sino el puer aeternus del que hablaba Jung al decir que "en el fondo de todo hombre yace un niño eterno, nunca terminado, que solicita cuidado , atención y educación constante. Ésta es la parte de la personalidad humana que aspira a desarrollarse y a alcanzar la plenitud". Quizás la clave del éxito de esta obrita es precisamente el que nos llega, nos resuena a través de sus páginas e ilustraciones, esa parte de la personalidad humana que aspira a alcanzar la plenitud, y que Von Franz condena por infantil... tremenda contradicción.
Un saludo